El corredor de fondo vivía en mis ojos
como la retama en invierno
o la luz entre las zarzas
o los ojos blancos de mi madre;
o la luz entre las zarzas
o los ojos blancos de mi madre;
Porque cogí el fruto de la
vida
y comí de él,
y comí de él,
y conocí el calor y el olor
de muchas madrugadas
vivía en mis ojos
No era ni alto ni bajo ni
joven ni viejo
pero
dios mío, qué piernas
ahora
-porque abrí la puerta-
la niebla entra a veces
pero se disipa rápido
-porque abrí la puerta-
la niebla entra a veces
pero se disipa rápido